"Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él." Proverbios 22:6
Desde muy pequeña, mis padres fomentaron la lectura en nuestro hogar. Tengo muchos gratos recuerdos de mi niñez relacionados con la lectura. Cuando niña, mis padres solían leerme un libro todas las noches. Generalmente era una Biblia para niños, con imágenes coloridas y divertidas para una pequeña de 3 años. Luego, mientras fuí creciendo, yo era la que les leía las historias. Fue este el principio de mi amor de por vida hacia los libros y la lectura.
Hago este recuento de estos sucesos para recalcar la importancia de los mismos a través del transcurso de mi vida. Crecí en un hogar lleno del amor de Cristo, y hasta el día de hoy me fascina leer antes de acostarme a dormir. Y sí, todavía leo esa misma Biblia de niños de vez en cuando (aunque ahora esté un poco mas ajada y se le estén soltando las tapas.) Pero el leer la Biblia desde tan pequeña creó en mi una curiosidad para buscar más.
Como muchos saben, los niños son seres humanos curiosos. Les gusta aprender acerca del mundo a su alrededor. ¿Y a quién no? ¡Si su mundo está lleno de cosas nuevas y excitantes, oportunidades sin descubrir y aventuras para tener! La Biblia nos dice que hay que ser como niños para entrar en el reino de los cielos.
"Y dijo: De cierto de cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos." Mateo 18:3
Es por esta manera de pensar de un niño, de su fe simple y sin complicación que debemos ser como ellos para entrar en el reino de los cielos. Los niños son parte de la audiencia mas receptiva al evangelio. Y aunque no lo parezca en ese momento, la Palabra de Dios que usted y su hijo leen juntos queda sembrada en su corazoncito hermoso, lista para crecer y germinar a su tiempo.
Nunca es muy tarde para crear buenos hábitos de lectura con sus niños, especialmente cuando tiene que ver con la lectura de la Palabra de Dios. Le exhorto, como alguien que ha visto los resultados a largo plazo de los beneficios de que mis padres hayan leído la Biblia conmigo desde pequeña, que tome esta preciosa oportunidad para el crecimiento espiritual e intelectual de su pequeño. Los resultados son mayores de los que usted pueda pensar.
"Así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero y será prosperada en aquello a que yo la envié." Isaías 55:11
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